La Vicepresidenta de la Diputación de Valladolid y  Portavoz del Partido en la provincia, Gema Gómez Olmos, se une al movimiento de Aspace #UnFuturoMejor para ayudar a mejorar la calidad de vida de las familias de personas con parálisis y cerebral.

La campaña recuerda que en la situación de pandemia las personas con parálisis cerebral y sus familias han sufrido “un importante deterioro en su calidad de vida al perder recursos de atención directa que recibían en sus centros de atención hasta el mes de marzo”, pero han incidido en que no quieren expresarlo como un “lamento“, sino “una reflexión de que, en otra sociedad más inclusiva, construida para todas las personas, este problema no habría existido y la entrada a la nueva normalidad no solo habría sido más fácil; si no que también habría podido contar con la colaboración estrecha del colectivo“.

Por eso, la campaña subraya que la reconstrucción tras la pandemia es, “en realidad, una oportunidad de construir un futuro mejor para toda la sociedad, en el que la diversidad tenga cabida y la atención a las necesidades de la salud y la dependencia sean una prioridad”.

Para avanzar hacia un futuro mejor para toda la sociedad, Confederación Aspace quiere proponer el establecimiento de sistemas de coordinación entre los servicios sanitarios, sociales y educativos; también consideran necesario “reconocer el valor de la iniciativa social y poner fin a la precariedad de la financiación de las entidades que atienden a personas con grandes necesidades de apoyo, incrementando los módulos de financiación de estos recursos para garantizar la cobertura del coste real del servicio”.

Por otro lado, proponen asegurar la sostenibilidad de los programas de atención a la discapacidad y el desarrollo de las redes de colaboración e innovación que impulsan la calidad de la atención en el movimiento asociativo a través de partidas presupuestarias específicas y extraordinarias; tanto en el ámbito autonómico como en el estatal.

Asimismo, hablan de la importancia de “recabar datos sobre la prevalencia y realizar estudios poblacionales, que puedan observar la dimensión y las condiciones clínicas y sociales de la población con parálisis cerebral“. Unos datos que “han de ser la base de conocimiento para el futuro diseño de recursos de apoyo adecuados“.