¿Quién no recuerda a algún político, en algún medio de comunicación, haciendo promesas, que finalmente no se han cumplido? Seguro que muchas veces.
Los viejos partidos políticos están acostumbrados al postureo sin sentido, no entienden la política de otra manera. Venden todo lo posible y lo imposible también: que ha llegado ya una familia de refugiados a la ciudad, que dan una carta a la Ministra de Fomento para que no cierren el paso a nivel de Pilarica, que mantendrían Pinguïnos… y así podría hacerles una larga lista de sucesos, que cuando profundizas, analizas, en muchas ocasiones finalmente no se han llevado a cabo, no han cumplido el objetivo o no se han hecho como debieran hacerse.
Oportunidades, dinero y tiempo perdido. Pero ojo, no los del político, sinolas oportunidades, el dinero y el tiempo perdido de cada ciudadano de Valladolid.
Cuando uno elige la política y decide dedicarse a ella temporalmente, entiendo, o al menos yo sólo lo entiendo así, es para mejorar la vida de la gente, de tu ciudad, de tu comunidad, de tu país. Marcharse un día pensando que hiciste todo lo posible, que luchaste lo imposible, por lograr hacer un poco mejor el día a día de la sociedad.
Les pondré el mejor ejemplo de una promesa incumplida,que sigue generando una pérdida de tiempo y dinero, 2.500€/hora a nuestra ciudad, como es el Soterramiento.
Llevan prometiéndonos el soterramiento desde hace décadas en nuestra ciudad, muchos vecinos se imaginaban ya el tren bajo tierra, barrios unidos al fin sin ese obstáculo de por medio, comercios con más clientela, niños yendo al colegio sin peligro… Se creó la Sociedad Valladolid Alta Velocidad para proveer a la ciudad, al menos así decían, del medio más adecuado para lograr nuestro ansiado sueño, sin embargo, con los años, la conclusión que podemos sacar es que se trata de una sociedad que tan sólo ha beneficiado a Adif y a Renfe y que no ha cumplido con las expectativas de los ciudadanos. 400 millones de euros de préstamo en total, de los cuales el 25% corresponden a nuestro Ayuntamiento.
Una sociedad opaca, nada transparente, ni antes ni ahora. Me gustaría decirles a los ciudadanos que hace ya más de dos meses que solicitamos la documentación de ese préstamo, de los intereses que nos van a corresponder, sin embargo el actual teniente de alcalde, Manuel Saravia,no nos lo ha hecho llegar. Tuvo que hacer falta un periódico, para enterarme, como concejal del Ayuntamiento de Valladolid, de parte de esa información.Cuando al día siguiente pedimos explicaciones¿Saben lo que nos dijo el nuevo equipo de gobierno? <<Que tal deuda no existe>>. ¡Que no existe!
Me encanta esa idea, ojalá no tenga que salir ni sólo un céntimo del bolsillo de los vallisoletanos para pagar un proyecto incumplido, un sueño arruinado, un trámite tan oscuro y opaco.Y me pregunto: ¿Qué hace entonces el Ayuntamiento en la Sociedad renegociando?
¿Saben lo que me contestaron? <<Renegociando los plazos>>
¿Los plazos de una deuda que no existe?
¡Qué sensato!
Ojala se pudieran borrar los errores del pasado, haber vendido los terrenos a tiempo,comenzar de cero… sin embargo, el soterramiento, como la vida, no tiene un botón de borrado ni de marcha atrás. Los terrenos que dijeron que valdrían tanto, ahora no valen casi nada.
Al final ¿Saben qué paso?
La familia de refugiados se marchó de la casa de acogida a las pocas horas de haber llegado y el Ayuntamiento no sabía por qué, el paso a nivel de Pilarica sigue cerrado y la Fiesta de la Moto no fue ni por asomo como Pingüinos… pero,¿qué imagen tienen ustedes? ¿Qué imagen se les ha quedado? La de Oscar Puente dándoles la bienvenida a los refugiados y la del alcalde con una carta en la mano.
Hay que analizar, profundizar, para ver la realidad de lo que sucede. Y al Soterramiento, por desgracia, le quedan aún muchos capítulos de la película. Pero les diré una cosa, Ciudadanos en el Ayuntamiento lucha como el que más para cambiar las cosas.