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Es importante tras la celebración de las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo 2016, pararse a pensar y analizar en qué podemos mejorar para 2017 y qué debemos mantener, para que cada año que pase cumplamos lo mejor posible las expectativas de todos los vallisoletanos. Antes de detenerme en algunas de las actividades más representativas, deciros que espero y deseo que estos días lo hayáis pasado muy bien en compañía de vuestros amigos y familia, pues al fin y al cabo, lo que queda siempre de estos eventos, son los momentos que compartimos con la gente que más queremos.

Hay que reconocer que la actitud de los vallisoletanos, que se han implicado en las fiestas y han inundado la ciudad de un gran ambiente festivo, es de alabar y agradecer, no todas las ciudades encuentran en sus conciudadanos tanta implicación como la que aquí se da.

Inicialmente han sido unas fiestas en las que parece que ha habido una gran asistencia de público, sobre todo a los conciertos de fin de semana en la Plaza Mayor. Que haya habido alrededor de 30.000 personas en el concierto de John Newman ha sido un alivio. Un alivio porque… si después de tanta promoción, y de tanta publicidad hasta la extenuación que le dieron durante las semanas previas, el show no llega a cumplir las expectativas… habría sido surrealista y un despilfarro. Que dicho concierto fuera un éxito, aunque no lo parezca, también tiene sus contras,  y es que el equipo de gobierno se centró tanto en publicitar este acto en particular, que se olvidó de promocionar la semana de fiestas en general, y en los días de entresemana se percibió claramente mucha menos asistencia. Un ejemplo de ello es que en el tren AVE Madrid-Valladolid se anunciaba en particular a John Newman y no las grandes y bonitas fiestas de nuestra ciudad, que en asistencia global, no han variado prácticamente respecto del año anterior.

Por otro lado, parece que la implicación de la Concejalía de Participación y Juventud en la programación de las fiestas añadió también algún elemento positivo, como la búsqueda de actividades diferentes y adaptadas a los adolescentes que les hicieran dejar el botellón a un lado, y centrarse en actividades más sanas, como diferentes competiciones deportivas, y otras en torno al mundo de los videojuegos. Estaría bien que dichas actividades se mantuvieran durante el año, con el fin de seguir trabajando en dicho objetivo.

Por todo lo demás, tras escuchar a los vecinos de Valladolid que se han acercado amablemente a nuestra Oficina del Ciudadano de nuestro despacho del Ayuntamiento, y por lo que ha reconocido el propio equipo de gobierno en su balance, he de decir que ha sido notable el continuismo en el programa de fiestas respecto a lo que ha venido haciendo durante años y años el equipo de gobierno anterior. Una fórmula que parece que funciona para la mayoría, pero no siempre gusta a todos.

Es muy bueno escuchar a los hosteleros decir, que están satisfechos con las cifras registradas en las casetas de la Feria de Día, y en las de Folklore y Gastronomía del entorno ferial. Al igual les sucede a los hoteleros, que durante los fines de semana han rozado el completo de ocupación, y no así entre semana, un indicador más de que es necesario que este nuevo equipo de gobierno se ponga manos a la obra y organice y prepare actividades, eventos o actuaciones de gran calado para esos días, de manera que la llama de las fiestas siga prendida. Los vallisoletanos se merecen nueve días de fiesta, y no dos fines de semana de fiesta, sobre todo por el presupuesto que implican las mismas, que gira alrededor de los 800.000€. Una cifra elevada que debe dar mucho más de sí.

Eso sí, es de agradecer que después de este primer curso político, lleno de Plenos agrios y tensos, escuchemos al Sr. Alcalde decir que están abiertos a recibir propuestas que mejoren el programa de este año y que será bienvenida cualquier idea que corrija errores. Uno de ellos lo modificó hacia la mitad de la semana festiva, tras atender nuestras quejas, y fue cambiar su mensaje en una cadena de radio conocida, en la que felicitaba las fiestas únicamente en nombre del equipo de gobierno, olvidándose así de que la oposición también representa a la ciudadanía. Nos alegra y nos llena de esperanza creer que este nuevo curso el Sr. Puente se ha propuesto dejar el “ojo por ojo” a un lado, y se ha propuesto aceptar las críticas de aquellos que no piensan como él. Esperamos que dure ese talante festivo, que no sea un mero espejismo, y que con él lleguemos a los exámenes de final del curso que ahora comienza con una actitud más conciliadora y positiva, o eso parece. Les iremos contando.