La Diputada de Cultura y Vicepresidenta de la Diputación de Valladolid, Gema Gómez, ha presentado en la Sala de Exposiciones Teresa Ortega Coca del Palacio de Pimentel, la exposición de Santiago Estévez, ‘El bodegón y su paisaje’ que permanecerá abierta en este espacio del 11 de mayo al 26 de junio de 2022, en el horario habitual de la sala.

Apenas tres años y medio separan la anterior exposición de Santiago Estévez de la que ahora nos presenta – ambas con el patrocinio de la Diputación de Valladolid–, pero este lapso de tiempo incluye un tiempo de cambio producido por los acontecimientos derivados de la pandemia. El artista que presenta ahora, también a través de su autorretrato, la pintura y el grabado, respaldados y sustentados por el fundamento único del arte plástico: el dibujo.

‘El bodegón y el paisaje’ no revela la variedad de conceptos y matices que se esconde dentro de ambos géneros, constantes en la obra del artista. La importancia concedida al bodegón, a la pintura de interiores, ha ido creciendo en la trayectoria de Estévez, pero sus naturalezas muertas, esas ordenadas alacenas llenas de objetos entrañables, van desde la muestra gozosa y colorista de materiales y texturas hasta composiciones con un sentido muy próximo a lo barroco, en las que relojes, espejos, libros viejos y cortinas deshilachadas por el tiempo aluden claramente al deterioro de las cosas y, en definitiva, a la fugacidad de la vida.

Ese mismo sentido tienen los interiores abandonados penetrados por rayos de luz, aunque en alguno se vislumbre un luminoso campo de amapolas.

Dentro del paisaje, cabe la presentación más genuina de los campos castellanos, en la órbita de la mejor escuela local y regional, hasta los paisajes urbanos que, en grabados y óleos, evocan edificios y rincones de nuestra ciudad.

Ambas temáticas están tratadas por el pintor con una síntesis de realismo y lirismo. En esta exposición, Estévez hace una suerte de resumen de su producción anterior, lo que, sin embargo, de ningún modo supone un final sino un paso más en su evolución artística.

 

SANTIAGO ESTÉVEZ

Nace en Valladolid el 31 de diciembre de 1940. En la década de los 60 colaboró como ilustrador de artículos y crónicas literarias en El Norte de Castilla.

En 1972 pasa una larga temporada en París haciendo el Máster de Diseño Industrial en la Renault francesa.

En la década de los 80 se inicia en el difícil arte del grabado, saliendo de su taller dos libros. El primero, Con sabor a cobre, en 1985, con 25 grabados originales e ilustrados con poemas de puño y letra de Adolfo Sarabia y del que solo se hicieron 12 ejemplares. Del segundo libro, Un crepitar de sombras encendidas, en 1987, con 25 grabados originales y textos en tipografía de Antonio Corral Castanedo, se hizo una edición de 35 ejemplares. De este libro, el Gobierno Civil de Valladolid obsequió a los presidentes de la República Francesa y del Gobierno Español sendos ejemplares, con motivo de la celebración en Valladolid de la Cumbre Franco-Española.

Sus obras están extendidas por gran parte de la geografía española en las numerosas exposiciones realizadas. También numerosas obras han viajado a EE. UU., Francia, Alemania, Reino Unido y Portugal. Tiene obras en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid y en el Centro Etnográfico Joaquín Díaz de Urueña.