Con la empresa como epicentro y el contexto actual, el presidente del Instituto de Estudios Económicos, Iñigo Fernández de Mesa, analizó este miércoles en el Foro Económico de El Norte de Castilla la situación económica actual y las expectativas para España a corto y medio plazo.
El vicepresidente de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), valoró la situación de su sector en nuestro país, y aprovechó el encuentro en Valladolid para responder a la ministra de Economía y Transformación Digital, Nadia Calviño, que el pasado domingo aseguró en una entrevista en La Vanguardia que «a las empresas españolas les va muy bien con este Gobierno».
«No es cierto», se mostró tajante Fernández de Mesa. «No es cierto que traten bien a las empresas, de hecho, son las más castigadas, y sufren la mayor presión fiscal», subrayó el economista, que definió «como heroínas» a las empresas, y calificó de «ironía» las palabras de la ministra. «Existe una demonización hacia el empresario, y a las empresas hay que cuidarlas, porque son las que crean riqueza y crean puestos de trabajo», apostilló el representante de la patronal, que aseguró que han sido las compañías las que más han sufrido los efectos de la pandemia, «por encima incluso de los trabajadores, que han perdido algo de poder adquisitivo», valoró en relación a los efectos que ha provocado en las empresas la subida de salarios, el endeudamiento y un descenso en la productividad del trabajador. «Las empresas han sido más perjudicadas que las familias, y los márgenes de beneficios se han reducido, esa es la realidad», esgrimió. «Lo cierto es que el que se ha beneficiado de todas las políticas ha sido el Estado, y la preocupación actual de la economía española se centra en el desequilibrio existente, con una deuda pública que Europa va a marcar la senda para hacerle frente en los próximos años, con nuevas reglas ajustadas a cada país, y ahí va a estar el caso de España, donde el gasto público se ha disparado».
Iñigo Fernández de Mesa también aprovechó el Foro Económico de El Norte para valorar el cambio a Países Bajos de la sede social de Ferrovial. «Es una decisión legítima», valoró el economista, que invitó al Gobierno «a hacer una reflexión». «Están ahuyentando a posibles empresas que quieran llegar a nuestro país», agregó, eso sí, sin preveer un «efecto contagio» por el cambio de sede a Amsterdam de la multinacional española. «Me preocupa más la gente que no entra. Marcharse es mucho más difícil, y lo peor es el clima de desconfianza que puede crear lo sucedido con Ferrovial», añadió.
Lo vivido con el gigante de las infraestructuras española sirvió al vicepresidente de la patronal para incidir a los presentes «la tremenda carga fiscal» que soportan las empresas en España «la más alta de los países de Europa», e, incluso, relacionó la subida de las pensiones y los sueldos de los funcionarios con los impuestos elevados a su sector. «Reequilibra la carga a cambio de subir los impuestos a los empresarios es tomar una dirección inadecuada», valoró al tiempo que reconoció que España tiene «un tremendo problema» con la tasa de paro. «Nos encontramos con un 13% de desempleo, y resulta que tenemos escasez de mano de obra en muchos sectores… Existe una falta de conexión entre lo que ofrecen los trabajadores y lo que demandan las empresas», reflejó para concluir con los que a su juicio son los dos grandes riesgos para el país a corto plazo: «la inflación y cómo reajustará el Estado la tremenda deuda que acumula».