Manuel Azaña afirmaba que si hablásemos solo de lo que sabemos, se generaría un inmenso silencio que podríamos aprovechar para el estudio. Quizá por eso Oscar Puente nos dedicaba hace unos días un artículo sobre el único tema que realmente domina: el populismo. Es curioso como al Señor Puente se le olvidó mencionar su visita al notario en plena campaña electoral, para prometer lo que ahora dice que es imposible.
¿Cuál fue nuestro pecado? Habernos reunido días antes con los vecinos de los barrios afectados por la barrera del ferrocarril, para presentarles una alternativa de soterramiento elaborada por un técnico que bien conoce nuestra ciudad, al proyecto de túneles y pasarelas de Puente y Saravia. ¡Qué temeridad por nuestra parte!
Quienes hace dos años llegaron al gobierno de esta ciudad prometiendo participación, quienes prometieron que en los asuntos de mayor importancia para la ciudad decidirían los vallisoletanos, quienes prometieron que el paso a nivel de la Pilarica no se cerraría, son los mismos que hoy, dan la espalda a los vecinos de esos barrios e imponen un proyecto de desintegración que no cuenta con el apoyo de la ciudadanía, y que es un proyecto a medida de los socios de Puente, IU y Podemos.
¿Quién quiere 25 túneles y pasarelas en la ciudad? ¿Quién quiere que sus hijos crucen un túnel a media noche para volver a casa? ¿Quién quiere vivir permanentemente separado del resto de la ciudad por una barrera física y psicológica? Yo no quiero eso para mis vecinos, por eso trabajamos en presentar alternativas que de verdad solucionen sus problemas.
¿Acaso tiene miedo el Alcalde de que otros seamos capaces de conseguir, lo que él no ha sabido ni querido defender? Sorprende que quien asumió el reto de gobernar critique a quienes, desde la oposición, hacemos el que debería ser su trabajo.
El soterramiento no es un problema técnico, sino político. Es una víctima más de la mala gestión y la guerra entre rojos y azules que ha sufrido nuestro país y nuestra ciudad en los últimos años.
Hay alternativas para eliminar la barrera del tren, como puede ser la planteada por el arquitecto José María del Fraile. Hay alternativas. Pero eso no le importaba a Oscar Puente cuando redactaba su artículo, ya que de haberle importado se habría molestado en conocer el proyecto antes de criticarlo de oídas. Sorprende que siendo alcalde, el Sr Puente, cometiera en su artículo burdas descalificaciones, técnicas y políticas.
La política es el arte de lo posible, y desde CIUDADANOS vamos a trabajar porque el soterramiento sea una realidad.
Los proyectos se hacen grandes cuando todos nos sentimos parte de ellos, cuando nacen del diálogo y el consenso. Y ese es el error básico que ha cometido el actual equipo de gobierno con el soterramiento, no tener voluntad ni capacidad de diálogo y consenso.
No vamos a renunciar al soterramiento, no vamos a renunciar a treinta mil ciudadanos de Valladolid que llevan décadas reclamando que las barreras desaparezcan. No vamos a renunciar ni a sus anhelos ni esperanzas, porque es una razón de justicia y equidad.
Valladolid ha cumplido con su palabra y ha esperado pacientemente a que el Ministerio de Fomento cumpliera la suya. Desde CIUDADANOS continuaremos trabajando para devolver a nuestra ciudad, lo que es suyo.