Municipios fuertes y un modelo de administración eficaz y sostenible. Ese sería, en apenas unas palabras, el resumen del posicionamiento de Ciudadanos. Lo que pretendemos con nuestra reforma es algo tan básico como garantizar la sostenibilidad del sistema. Que no es poco.
Necesitamos municipios realmente fuertes, con autonomía financiera para poder ofrecer servicios. Eso, por desgracia, en la actualidad no sucede. Lo que existe ahora es un nivel administrativo, las Diputaciones provinciales, que no ejercen esa labor eficaz. Existe una polémica interesada que busca crear un marco mental de necesidad de las Diputaciones, que solo se hace cierto bajo la premisa de mantener débiles a los Ayuntamientos.
Nosotros apostamos por un modelo eficaz, transparente, que dificulte la aparición de corrupción. La crisis económica claramente se llevó por delante el empleo, trajo muchísimos recortes… los jóvenes no tienen oportunidades, se asfixia el futuro. Llegan inversiones… y, encima, no son productivas.
Durante la campaña electoral, hubo quienes utilizaron el eslogan de “mi pueblo no se cierra”. Con él, solo pretendían esconder una gestión y organización desastrosa. Si hay una certeza en el medio rural, es que la despoblación es hoy una realidad y no se ha hecho nada por frenarlo. Si las Diputaciones fueran útiles ya habrían solucionado el problema.
Los pueblos están siendo cerrados precisamente por los que defienden a ultranza las diputaciones provinciales, una institución que sólo defienden los políticos que viven de ella, también sus familias, sus amigos… Pero la codicia y el interés particular NO siempre ganan. Podríamos mirar a otro lado como hacen otros, decidir cuando tenemos la silla, mantenernos en ella, pero la política, al menos para mí, tiene un único fin: perseguir y defender el interés general, siempre por encima de todo, en primer lugar por encima del interés propio. Yo soy Portavoz de C´s en la Diputación de Valladolid y pido y apoyo que se cierren las Diputaciones, en pro del interés general.
Los pueblos son rehenes de las diputaciones, no lo digo yo, lo demuestran los datos: de cada 10 euros de presupuesto, 6 se quedan en la propia diputación, y cerca de la mitad, se destina a sueldos en puestos políticos y burocráticos. Al final, apenas unos 2 euros de esos 10 acaban llegando a los municipios para financiación de proyectos. ¿Es esta una institución por y para los pueblos? Un altísimo porcentaje de las competencias de la Diputación y del dinero que emplean, no responde ni a la objetividad ni necesidad de los pueblos, ni a su supervivencia.
Nosotros proponemos una agrupación de servicios haciendo a los municipios más fuertes en autonomía y en autogestión, quietando un intermediario que tiene mucho de subjetivo y poco de transparente.
Pero no es solo cuestión de datos, también de higiene democrática, pues los diputados provinciales no son elegidos directamente por los ciudadanos. No hay evaluación de resultados, se favorece la aparición de entornos clientelares, y con ello la corrupción.
Los habitantes de la provincia de Valladolid tienen las mismas necesidades y los mismos anhelos que todos los ciudadanos. Quieren que les bajemos el IBI, tener mejores carreteras, un colegio cerca para sus hijos, un centro de salud al que acudir… Para poder dar esos servicios, y que tengan calidad, no podemos desperdiciar ni un solo euro. La realidad: las diputaciones son realmente efectivas para los partidos, no para los ciudadanos.
El dinero público no es infinito. No podemos engañar a los ciudadanos, y decirles que somos los únicos en Europa que pueden duplicar niveles y servicios administrativos a nivel local, provincial, autonómico, nacional y comunitario, sin ir en detrimento de cada una de las personas de nuestro país.
Esto no es un invento de Ciudadanos. Los concejales tanto del PP como del PSOE llevan mucho tiempo mancomunando servicios, como por ejemplo el de la recogida de basura, porque saben que de esa manera se presta con mayor eficacia y menor coste. Esa es nuestra apuesta, esa es la idea: agrupar servicios de manera eficiente. Lo importante es la calidad en la prestación de los servicios, no quien los presta.
¡El nombre, las tradiciones y la vida cultural de los pueblos no se van a perder! Creemos en nuestros pueblos, y somos sus mayores defensores. Si hacemos el trabajo necesario para fortalecer a los municipios pequeños, no serán necesarias las Diputaciones. Una apuesta por municipios sostenibles, municipios con un futuro por delante, un futuro de verdad. No nos dejemos engañar.