Hace unas semanas, tuve la oportunidad de participar en Málaga, en una mesa redonda del IV Fórum de Ciudades y Territorios Creativos de España, sobre “Reforma de las Administraciones públicas. Economía creativa”. Compartí la misma, con un catedrático en filosofía y un secretario general, que hicieron que me reafirmara en la importancia de la Creatividad en todos los ámbitos de la vida, también el de las ciudades. Y que observara cómo desde tres perspectivas muy diferentes, el diagnóstico de necesidad de adaptarnos a los nuevos tiempos y de evolucionar, era el mismo.
La Creatividad supone la capacidad para generar nuevas ideas o conceptos, o nuevas asociaciones entre ellos, con el objetivo de desarrollar las tareas, de manera más rápida o por ejemplo más eficiente. Se trata de hacer las cosas de una forma diferente a la que venimos realizando habitualmente, para progresar. Y, aunque en un primer momento suene sorprendente o incrédulo, también desde el punto de vista de la Administración, la creatividad es importante. Y ahí juega un papel esencial nuestro partido, Ciudadanos. De hecho, podríamos decir que Ciudadanos surgió así, como concepto nuevo para mejorar las cosas y lograrlas de manera más eficiente, con cada una de las muchas medidas que hemos ido presentando hasta ahora.
Dentro de esa necesidad de creatividad en las administraciones públicas, se antoja tremendamente necesario la existencia de políticos con una mente abierta, políticos que sean receptivos a nuevas ideas, a diferentes opiniones y puntos de vista, con capacidad de dialogo. Por desgracia, encontrar políticos así es más difícil de lo que la gente pueda pensar, pues el miedo al cambio, a lo desconocido, el miedo a perder la silla, a veces puede más que la necesidad de ayudar a la sociedad a evolucionar.
Esa mente abierta a la que hago referencia es esencial para lograr una nueva forma de gobernar y de gestionar los asuntos públicos; más cercana a los ciudadanos, no sólo para satisfacer sus necesidades, sino también para recuperar su confianza perdida, entre otras cosas por el clientelismo, la corrupción, las actitudes poco éticas o el despilfarro que algunos han venido predicando en las instituciones que han gobernado.
En Ciudadanos siempre decimos que “Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, y es importante que impregnemos de ese ambiente a la Administración Pública, en gran parte anquilosada.
Centrándome en Valladolid, y relacionándolo con la creatividad, he de contarles que en Málaga, anuncié que desde Ciudadanos instaríamos al equipo de gobierno del Ayuntamiento para que agilizara la inclusión de Valladolid en la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO, una red que tiene como objetivo estimular la cooperación Internacional entre aquellas ciudades que invierten en la creatividad como motor del desarrollo urbano sostenible, inclusión social e influencia cultural. Desde hace poco tiempo, nuestra ciudad está inmersa en la carrera por hacerse con esa categoría, pero no podemos dormirnos ni quedarnos atrás: hay que impulsar esa candidatura y por eso queremos que el equipo de gobierno agilice dichos trámites.
Para los que no lo conozcan, esta Red de la UNESCO tiene siete redes temáticas a las que se pueden adherir las ciudades: Literatura, Cine, Música, Arte Popular, Diseño, Gastronomía y Arte Digital. Y Valladolid tiene muchas cualidades para ser Ciudad Creativa. Por un lado, la maravillosa gastronomía de nuestra tierra, que favorece el desarrollo de eventos como el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas; por no hablar del delicioso lechazo o pan de Valladolid. A lo que hay que sumar las cinco Denominaciones de Origen que hay en nuestra provincia. Todo ello hace de Valladolid un gran destino turístico enogastronómico que hay que fomentar y potenciar. Por otro lado, nuestra ciudad también destaca en el ámbito literario, pues ha sido cuna y casa de grandes escritores como Delibes, Zorrilla, Cervantes, Góngora, Quevedo… Y no podemos olvidarnos de nuestra SEMINCI, la Semana Internacional de Cine de Valladolid, que se ha consolidado como uno de los festivales de mayor prestigio de nuestro país. Gastronomía, Literatura y Cine, ¿Qué más podemos pedir?
Por todas estas razones, es evidente que tenemos un gran potencial creativo, que no podemos infravalorar y sobre el que hay que trabajar. Como representantes públicos, tenemos el deber de promover esta diversidad cultural que nos caracteriza.
Hemos pasado tiempos difíciles y aún hay mucho que mejorar. Hay una frase de Albert Einstein, muy al hilo de lo que les he querido trasladar en este texto, que dice que: “En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Y hemos imaginado mucho, pero aún queda mucho por imaginar. Debemos pararnos a pensar en cómo podemos hacer de una forma distinta aquello que hacemos igual todos los días, de esa manera, nos diferenciaremos y tendremos una posibilidad más de poner a nuestra ciudad y a nuestra provincia, en lo más alto.