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Estamos en Agosto, un mes en el que las instituciones por regla general suelen disminuir su actividad, de esa manera los miembros del Consistorio y la mayor parte de los empleados pueden disfrutar de unos días de vacaciones, ver a la familia y desconectar de la rutina. Disfrutar, al fin y al cabo, de uno de los poquísimos meses de calor de los que dispone nuestra ciudad.

Somos unos privilegiados los que cogemos la maleta y marchamos a algún sitio de vacaciones, pues con la elevada tasa de paro que existe en nuestra ciudad, son demasiados los que no pueden irse aunque sea tan solo unos días; autónomos que no bajan la persiana este mes y siguen al pie del cañón con sus negocios y hacen que Valladolid siga rodando; pensionistas que viéndose obligados a ayudar a sus familiares, no podrán disfrutar de unos días de desconexión. Entre otros tantos casos, en los que seguramente ahora no caigo.

Es necesario que, desde la política, nos concienciemos de que una parte esencial de nuestro trabajo es conseguir crear empleo para que cada vez sean más quienes accedan a un trabajo, de calidad, y puedan permitirse, ya no ir de vacaciones, sino una estabilidad personal y profesional vital. Aunque las portadas de los medios de comunicación han indicado que la tasa de paro nacional ha disminuido este último mes, basta con analizar un poco más en profundidad las cifras para darse cuenta de que se está creando empleo, pero en su mayoría es empleo precario, temporal y de sueldos no dignos para poder mantenerse.

También es importante que los políticos trabajemos para liberar a nuestros mayores,  que puedan cumplir sus sueños y no se vean desbordados u obligados a renunciar a ellos por tener que ayudar a sus hijos, porque éstos no tengan trabajo o porque con el que tengan, no les llegue para proporcionar un futuro a su familia.

Y ayudar a los jóvenes, el futuro de nuestra ciudad, de nuestro país, a los que si no ofrecemos viviendas a precios asequibles y oportunidades de empleo, se irán al extranjero o a la capital en busca de lo que aquí no pueden encontrar.

Las tareas y nuevos propósitos que pondría al equipo de gobierno de cara al nuevo curso es que hagan, de una vez por todas, un plan para la implantación de nuevas empresas en Valladolid, un plan que a su vez suponga implicarse al máximo en mantener las que ya existen. Un plan serio, que elimine trabas administrativas, que establezca medidas fiscales beneficiosas, que apueste por el I+D+I, por el abaratamiento del suelo industrial. El objetivo es hacer de Valladolid una ciudad amigable para los negocios.

El Parque agroalimentario que se va a hacer será positivo y tendrá todo nuestro apoyo, pero no será la panacea, es importante trabajar codo con codo con las empresas. Y que a ese parque agroalimentario  se le dé una visión de futuro, de alternativa novedosa. Es imprescindible para nuestro grupo que el parque se vincule a la Innovación; sacar todo el potencial a este nuevo sector que se convertiría en complemento de nuestro potente sector automovilístico.

Y para lograr todo esto no queda otra que la necesidad de que el concejal de Hacienda, el Sr. Antonio Gato, se ponga manos a la obra y no se remita siempre a la contratación de una empresa externa para la elaboración del estudio del parque, y deje de una vez de echar balones fuera. Que contacte ya con empresas que quieran venir a Valladolid, que transmita al resto de España y al extranjero la increíble ciudad que tenemos para vivir y crecer. Que no pierda más tiempo, por Valladolid y por todos los que vivimos aquí.

Con un poco de suerte, y esperando que así sea, y trabajando al máximo para proponer ideas e iniciativas que así contribuyan a lograrlo, dentro de unos años seremos muchos más los que nos vayamos de vacaciones, muchos más los jóvenes que aprecien en Valladolid la ciudad de oportunidades que debe ser, y muchos más los pensionistas que no sientan la obligación de seguir luchando por sus hijos, por los que llevan trabajando toda su vida.